La utilización de aceites vegetales y el conocimiento de sus propiedades curativas se remontan a las primeras civilizaciones, siendo considerados una de las formas más antiguas de medicina y cosmética.

Aceites vegetales para cosmética

En dermocosmética se utilizan aceites vegetales obtenidos por primera presión en frío, como el de almendras, rosa mosqueta, calófilo o jojoba. Sin embargo, existen plantas que no producen aceite al prensarlas y que, por tanto, requieren de un procedimiento diferente para la obtención de sus principios activos. Estamos hablando de los macerados oleosos o aceites de maceración como el de caléndula, árnica o hipérico.

Los aceites vegetales se diferencian entre ellos por el perfil de ácidos grasos, lo que les otorga diferentes propiedades nutritivas, hidratantes, suavizantes, regenerantes y protectoras.