Cannabis sativa tiene una larga historia como planta medicinal que probablemente se remonta a más de dos milenios (Russo et al, 2007). El cannabidiol (CBD) es uno de los cannabinoides clave de esta planta que, a diferencia del D9-tetrahidrocannabinol (D9-THC), que combina propiedades terapéuticas con algunos efectos adversos importantes, no es psicoactivo, está bien tolerado y muestra un amplio espectro de propiedades terapéuticas (Mechoulam et al, 2007).
Pese a que es necesaria más investigación que confirme los beneficios tópicos de los cannabinoides, se sabe que la biología cutánea está modulada por el sistema endocannabinoideo (ECS) (Baswan et al, 2020). El ECS es una red de señalización molecular conservada evolutivamente que desempeña un papel clave en la homeostasis corporal (Mechoulam et al, 1998). En este sentido, varios estudios recientes han mostrado el papel fundamental del ECS en el mantenimiento de la homeostasis de la piel y la función de barrera, al relacionar su desregulación con la aparición de diversos trastornos como la dermatitis atópica, el prurito, el acné, la psoriasis, el crecimiento y caída del cabello, el cáncer y la hiper e hipopigmentación (Bíro et al, 2009; Mounessaet al, 2017; Sugawara et at, 2012; Tüting et al, 2017).
Se han identificado receptores del ECS en la piel, los receptores de cannabinoides 1 (CB1) y los CB2. Las investigaciones indican que ambos receptores se encuentran en queratinocitos epidérmicos, fibras nerviosas cutáneas, células dérmicas, melanocitos, glándulas sudoríparas ecrinas y folículos pilosos (Baswan et al, 2020). Se ha demostrado también la unión de endocannabinoides (ECB) a los receptores de potencial transitorio (TRP), presentes en varios tipos de células de la piel y que están involucrados en la formación y mantenimiento de la barrera cutánea, el crecimiento y diferenciación celular, y diferentes procesos inmunológicos e inflamatorios (Rio et al, 2018). Además, las principales funciones biológicas de los ECB, como las neuroprotectoras, antiinflamatorias y analgésicas, están mediadas, en parte, a través de la activación de los receptores activados de proliferación deperoxisomas(PPAR) presentes en diferentes compartimentos celulares de la piel (Baswan et al, 2020).
Los efectos terapéuticos del CBD, incluidos los efectos anticonvulsivos, antipsicóticos, ansiolíticos, antiinflamatorios, antioxidantes y neuroprotectores, están respaldados por la investigación (Crippa et al, 2018). Muchas de las propiedades farmacológicas del CBD están relacionadas con sus propiedades químicasinnatas, en particular con la presencia de dos grupos hidroxilo que le permiten tener una importante acción antioxidante (Mechoulam et al, 2002). Hampson y colaboradores encontraron que el CBD presenta un capacidad antioxidante mayor que el ácido ascórbico (Vitamina C) y el α-tocoferol en modelos de neurotoxicidad (Hampson et al, 1998).
Mlost y colaboradores reportaron los efectos analgésicos y antiinflamatorios del CBD en diferentes modelos de dolor crónico inducido por inflamación, así como en modelos de dolor neuropático y articular. En la mayoría de los estudios se demostró que el CBD disminuye la hiperalgesia y la alodinia, tanto mecánica como térmica, a través de varias vías de administración (Mlost et al, 2020).
En otro estudio, se determinó que el CBD es un agente sebostático altamente efectivo en glándulas sebáceas humanas, concluyendo que, debido a los efectos combinados lipostáticos, antiproliferativos y antiinflamatorios, tiene un gran potencial terapéutico para el tratamiento del acné (Oláh et al, 2014).
El CBD previene la lipogénesis excesiva inducida por «agentes pro-acné» en sebocitos humanos SZ95. Determinación semicuantitativa de la síntesis de lípidos para (A) control, (B) CBD 10 μM, (D) AEA 30 μM y (E) AEA 30 μm más CBD 10 μM (gotas de sebo: tinción Oil Red O, rojo; núcleos: hematoxilina, azul). Barras de escala: 10 μm (Oláh et al. 2014)
En resumen, las evidencia preclínicas y clínicas sugieren que la aplicación tópica de CBD puede ser eficaz para aliviar el dolor, disminuir la inflamación y tratar alteraciones de la piel, como el eccema, la psoriasis, la dermatitis, el acné, el prurito y afecciones relacionadas con la edad.
REFERENCIAS
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